La devoción de los Cinco Primeros Sábados, fue confiada a la vidente Lucía el 10-12-1925, en Pontevedra, España y aprobada por el Obispo de Leiria el 13 de septiembre de 1939, en Fátima. En aquella ocasión, Lucía tuvo una aparición de la Santísima Virgen y del Niño Jesús, que le pidió que promoviera la devoción de los cinco primeros sábados: “todos aquellos que durante cinco meses, el primer sábado, se confiesen, recibiendo la Sagrada Comunión, recen un tercio y me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 misterios del Rosario, con el fin de desagregarme, prometo asistir-les en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de esas almas” (Memorias de la Hermana Lucía, Apéndice 1, 6ª ed. 1996, p. 227-228).
Recordemos que, en la Aparición del día 13 de Julio, Nuestra Señora anunció en Fátima: “Para impedir la guerra, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora en los Primeros Sábados”.
Dije entonces: «Mira, hija mía, mi corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos me clavan en todo momento con blasfemias e ingratitud. Tú, al menos, trata de consolarme y dime que prometo asistir en la hora de la muerte, con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos los que, en el Primer Sábado de cinco meses seguidos, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, rezan un tercio y me hacen compañía durante quince minutos, meditando en los 15 misterios del Rosario con el fin de enmendarme’.
Son cinco los Primeros Sábados por ser, según reveló el Niño Jesús, en 1926, cinco las especies de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María. Ellas son las siguientes:
1. – las blasfemias contra la Inmaculada Concepción,
2. – Contra su Virginidad;
3. – Contra la Maternidad Divina, negándose al mismo tiempo a recibirla como Madre de los hombres;
4. – los que tratan de infundir en los corazones de los niños la indiferencia, el desprecio e incluso el odio contra esta Madre Inmaculada;
5. – Los que la ultrajen directamente en sus sagradas imágenes”.
En cuanto a las condiciones para ganar el privilegio de los Primeros Sábados ellas son cuatro:
1. – Confesión. Para cada Primer Sábado es necesaria una confesión con intención reparadora. Se puede hacer en cualquier día, antes o después del Primer Sábado, siempre que se reciba la Comunión en estado de gracia.
2. – La Comunión Reparadora;
3. – El Rosário;
4. – La meditación, durante 15 minutos, de los misterios del rosario.
En todas estas cuatro prácticas se debe tener la intención de desagregar el Inmaculado Corazón de María.
Oh, Corazón Inmaculado! ¡Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que se arraiga tan fácilmente en los corazones de los hombres de hoy y que, en sus efectos inconmensurables, pesa ya sobre la vida presente y parece cerrar los caminos del futuro!
¡Que se revele una vez más, en la historia del mundo, la fuerza salvífica infinita de la redención: la fuerza del Amor misericordioso! ¡Que él detenga el mal! ¡Que él transforme las conciencias! ¡Que se manifieste para todos, en vuestro Inmaculado Corazón, la luz de la Esperanza!
Que así sea ahora y siempre. Amén!!!
Todo por Jesús, nada sin María!!!
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Misterios del rosario para la contemplación
Notas Biográficas de la Hermana Lucía
La reparación como vía de consolación a Dios (El texto es en portugués)