Palabras del Fundador – Las promesas del Sagrado Corazón

Nuestro Señor Jesucristo se apareció a Santa Margarita María Alacoque mostrando Su Sagrado Corazón.

En su MEDITATIO del primer viernes del mes de octubre de 2017, el P. Alexandre Paciolli, iCM nos exhorta sobre las 12 promesas de Jesús a Santa Margarida Maria Alacoque (co-patrona de la Comunidad Mirada Misericordiosa), vamos a ver:

El Señor hizo un llamamiento a la santa, encomendándole:

“Este es el Corazón que tanto amó a los hombres, que nada escatimó, hasta que se agotó y se consumió para testimoniar su amor por ellos. En reconocimiento, recibo de la mayoría de ellos sólo ingratitud, desprecio, ultraje, sacrilegios e indiferencia. He aquí, Te pido que el primer viernes… sea dedicado a honrar Mi Corazón, comulgando, en este día, y dándole la debida reparación a través de un acto de reparación para reparar las indignidades que recibió durante el tiempo que estuvo expuesto en los altares. Les prometo que Mi Corazón se expandirá para derramar abundantemente las influencias de Su Amor Divino sobre aquellos que rinden tributo a este honor Divino y buscan que se les dé”.

¡Recordemos las promesas hechas por Jesús a Santa Margarita María! Estas promesas fueron recopiladas por la Iglesia y colocadas en doce, pero no fueron dichas una tras otra. Fueron pronunciadas por Jesús en varias apariciones.

1. Mi bendición permanecerá sobre las casas donde se expone y venera la Imagen de Mi Sagrado Corazón.

2. Daré a los devotos de Mi Corazón todas las gracias necesarias para su estado.

3. Estableceré y mantendré la paz en vuestras familias.

4. Os consolaré en todas vuestras aflicciones.

5. Seré refugio seguro en la vida y especialmente en la hora de la muerte.

6 Derramaré abundantes bendiciones sobre vuestras obras y empresas.

7. Los pecadores encontrarán en Mi Corazón una fuente inagotable de misericordia.

8. Las almas tibias se volverán fervorosas por la práctica de esta devoción.

9. Las almas fervientes, en poco tiempo, se elevarán a una gran perfección.

10 Daré a los sacerdotes que especialmente practican esta devoción el poder de tocar los corazones más endurecidos.

11. Las personas que difundan esta devoción tendrán su nombre inscrito para siempre en Mi corazón.

12. A todos los que comulguen los primeros viernes de nueve meses consecutivos, les daré la gracia de la perseverancia final y de la salvación eterna.

¡Que seamos dignos de las promesas del Sagrado Corazón de Jesús! Que en unión con el Corazón amoroso y herido de Cristo, podamos sentir lo que Él sintió, querer lo que Él quiso, amar lo que Él amó. Experimentar su amor y amarlo a cambio. ¡Amemos, adoremos y consolemos al Sagrado Corazón de Aquel que tanto nos ama!

¡Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo!

Mis bendiciones,

Pe. Alexandre Paciolli, iCM.

Para los corazones que consuelan al Sagrado Corazón de Jesús, Él hizo muchas promesas. La Iglesia tomó los diversos mensajes recibidos por S. Margarida Maria y los encargó en los que leemos hace un momento. En este mes dedicado al Sagrado Corazón, os invitamos a rezar también la oración que Santa Margarita María de Alacoque, copatrona de la Comunidad Mirada Misericordiosa, dirigió a Nuestro Señor:

“Entrego y consagro al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo mi vida, mis acciones, dolores y sufrimientos, para que use mi cuerpo sólo para honrar, amar y glorificar al Sagrado Corazón.
Este es mi fin último y único: ser todo de Dios y hacerlo todo por amor a Él; al mismo tiempo, renunciar de todo corazón a todo lo que no os guste; además de tomarte, oh Sagrado Corazón, para que seas el único objeto de mi amor, el guardián de mi vida, mi seguro de salvación, el remedio de mis debilidades e inconstancias, la solución de los errores de mi vida y mi refugio .a salvo en el momento de la muerte.
Sé, oh Corazón de Bondad, mi intercesor ante Dios Padre y líbrame de su sabia ira. Oh Corazón de Amor, en ti pongo toda mi confianza, temo mis debilidades y fracasos, pero espero en tu divinidad y bondad.
Quita de mí todo lo que está mal y todo lo que no hace tu santa voluntad. Permite que Tu amor puro se imprima en lo más profundo de mi corazón, para que no me olvide ni me separe de Ti.
Que obtenga de tu amada bondad la gracia de tener mi nombre escrito en tu corazón, de depositar en ti toda mi felicidad y gloria, de vivir y morir en tu bondad. Amén.”

¡TODO POR JESÚS, NADA SIN MARÍA!