“Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.” (Mt 5, 6)- La virtud de la Justicia

¡Augusta Reina de los cielos!

Seguimos nuestra serie de formaciones sobre las virtudes, hoy hablaremos de la justicia.

Para empezar, ¿sabes cuál es la definición correcta de justicia?

¿Qué es la justicia?

Para Santo Tomás de Aquino la virtud de la justicia es la acción habitual de dar a cada uno lo que le es debido (Cf. ST II-II Q. 58, Art. 1)

Es decir, diferente de igualdad- dar a todos igualdad-, justicia es tratar cada uno conforme a sus particularidades.

El Papa emérito Benedicto XVI nos recuerda ese significado frecuente en el Mensaje para la Cuaresma, en 2010, diciendo que el significado de la palabra “justicia” lenguaje común es “dar a cada uno lo que es suyo – dare cuique suum”.

El Papa Francisco, en un discurso a los Magistrados de Italia el 9 de febrero de 2019 nos dice:

La justicia es una virtud, o sea, una vestidura interior del sujeto: no un traje ocasional o que se usa para las fiestas, sino un hábito que se debe vestir siempre, porque reviste y envuelve, influenciando no solo las opciones concretas, sino también las intenciones y los propósitos. Y es virtud cardinal, porque indica la justa dirección y, como un eje, es punto de apoyo y de unión. Sin justicia toda la vida social permanece trabada, como una puerta que ya no se abre, o acaba por chillar y crujir, en un movimiento lento.

Con esto, el Sucesor de Pedro nos recuerda que siempre debemos ser justos en nuestras acciones, en nuestras conversaciones, en nuestro día a día, vistiendo, como él dijo, el traje de esa virtud para que nuestras acciones sean siempre cada vez más conformes a las acciones de Dios.

Justicia y Caridad

Escuchamos en las Escrituras “Misericordia yo quiero, y no sacrificio” (Los 6,6), que Jesús recuerda a los fariseos en el libro de San Mateo, (9, 13). Proponemos, basados en la encíclica Caritas in veritates (n. 6), hacer una relación entre justicia y caridad. El Papa Emérito en esta encíclica, nos presenta la relación de estas dos virtudes, al decir que

La justicia no solo no es ajena a la caridad, no solo no es un camino alternativo o paralelo a la caridad, sino que es  «inseparable de la caridad », le es intrínseca.

Es decir, si Jesús pide ser misericordioso, tenemos que aprender primero a ser justos, pero en su verdadero significado. Solo seremos caritativos si somos justos porque, como dice Su Santidad,

“La caridad supera la justicia, porque amar es dar, ofrecer al otro de lo que es « mio »; pero nunca existe sin la justicia, que induce a dar al otro lo que es « suyo », lo que le pertenece en razón de su ser y de su actuar.”

Durante esa semana, hasta la próxima formación sobre virtudes, aprendamos a ser justos, dando al otro lo que le es debido, y de esa forma, aumentaremos también nuestra caridad con el prójimo, conforme nos recuerda el Papa Emérito en el mismo documento: “No puedo « dar » al otro de lo que es mío, sin antes haberle dado aquello que le compete por justicia.”

Leia mais:

Encíclica Caritas et Veritate. Clic aquí

Mensaje del Papa emérito Benedicto XVI para la Cuaresma 2010. Clic aquí

Mensaje del Papa Francisco para los magistrados de Italia. Clic aquí

Ver también

Virtud de la prudencia. Clic aquí