¿Cómo prepararse para la Cuaresma de San Miguel?

La Cuaresma de San Miguel Arcángel debe ser rezada entre los días 15 de agosto y 29 de septiembre, día de los Santos Arcángeles (excepto los domingos, día dedicado al Señor).

Para celebrar la Cuaresma será necesario disponer:

• Pequeño altar con una imagen o estampa de San Miguel;
• Encender una vela bendita;
• Ofrecer una penitencia;
• Hacer la señal de la Cruz;
• Rezar las oraciones indicadas, haga clic aquí para descargar

¿Ha pensado en qué penitencia ofrecer? Para orientarnos mejor, siguen las palabras de nuestro siervo fundador Padre Alexandre Paciolli, iCM:

“En verdad todos los días deberíamos vivir ese trípode ayuno-oración-caridad, pues sin él nuestra relación con Dios, el prójimo y nosotros mismos, se complica…

El ayuno debe hacerse material y también en algo físico (que lleve a la purificación corporal, dominio de la concupiscencia). El verdadero y auténtico ayuno (por amor a Dios, al prójimo y a nosotros mismos), mortifica la carne, fortalece el espíritu, abate la concupiscencia, dispone el corazón para ser como el de Cristo (cf. San Francisco de Sales, homilía sobre el ayuno).

No caiga en la tentación de ayunar solo, por ejemplo, de desánimo, malas palabras, de tristeza, dejar de ver películas, etc.

Haga también la parte corporal, por ejemplo, no comer carne lunes y miércoles en la Cuaresma, más allá de los viernes… despertar prontamente… privación de vicios que tengo… Pero hágalo con sentido de penitencia, es decir, de purificación personal y reparación al Corazón de Jesús y de María que sufre por nuestras ofensas.

Nuestro ayuno también debe ser humilde, sino pierde mérito (cf. Lc 18,11-14).

¿Quiere saber otros aspectos del ayuno? Lea: Isaías 58,3-7.

Pero no quiero terminar sin dejar claro que el ayuno NO da fruto si no es regado por la Misericordia. Decía san Pedro Crisólogo: “Lo que es la lluvia para la tierra, así es la misericordia para el ayuno”. ¡Entonces manos a la obra! Ayuno físico y espiritual, oración y practicar obras de misericordia corporales y espirituales.”

Otro punto importante para aclarar es la diferencia entre abstinencia y ayuno. Vea lo que dice el Código y Derecho Canónico:

Can. 1251 – Se guarde la abstinencia de carne u otro alimento según las determinaciones de la Conferencia episcopal, todos los viernes del año, a no ser que coincidan con algún día enumerado entre las solemnidades; la abstinencia y el ayuno el miércoles de Ceniza y el viernes de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

Can. 1252 – Están obligados a la ley de la abstinencia los que cumplieron catorce años; a la ley del ayuno están sujetos todos los mayores de edad hasta que hayan comenzado los sesenta años. Sin embargo, los pastores de almas y los padres procuren que, incluso aquellos que, por razón de edad menor, no están obligados a la ley de la abstinencia y del ayuno, sean formados en el sentido genuino de la penitencia.

Como ve, la Iglesia distingue entre ayuno y abstinencia.

Como bien enseña nuestro siervo fundador: “Abstinencia es dejar de hacer o comer algo concreto. Ayunar es el no comer o beber durante un período concreto. Lo correcto es “estoy haciendo ayuno hoy, haciendo abstinencia de carne”. En verdad, el ayuno y la abstinencia son formas de penitencia, que es también una virtud: una disposición moral que inclina al pecador a destruir y reparar sus propios pecados por constituir ofensas a Dios. “Haced penitencia, porque el reino de los cielos está cerca” (Mt 4,17). Rechazar la penitencia, dentro de ella el ayuno y la abstinencia es rechazar la predicación de Cristo desde el principio.”

Ahora usted, ¿qué penitencia le dará al Señor?

Siga en Instagram de la Comunidad Mirada Misericordiosa (@olha_misericordioso), a partir del día 15 de agosto, diariamente a las 15:00h será rezada en vivo la Cuaresma de San Miguel Arcángel directamente desde el Valle de la Misericordia.

¡Únase a nosotros en esta gran cadena de oración por los sacerdotes y las familias!
Todo por Jesús, nada sin María.