“En Antioquía, la Cátedra de San Pedro Apóstol, donde los Discípulos comenzaron a llamarse cristianos”
Martirológio Romano
“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” – San Mateo 16, 13-19
San Pedro, el gran pilar de la Iglesia Católica y de la fe. Al inicio, Pedro tan débil, tan lleno de miedos, se convirtió en Piedra, aquella sobre la que se edificó la Iglesia.
Pedro, similar a nosotros, temía, pero colocó toda su confianza en Dios, liberándose del miedo, de las tentaciones y temores. Pedro, se entregó a Dios y su fe fue fortalecida, recibiendo el Espíritu Santo que lo impulsó para ser aquel Pastor que cuida el rebaño del Señor.
Celebrar la Cátedra de San Pedro es celebrar el Primado del Príncipe de los Apóstoles como cabeza de la Iglesia y de la unidad de la fe. Debemos pedir que el Espíritu Santo guíe y fortalezca en su misión al Papa Francisco sucesor de San Pedro. Y así como el Señor oró por Pedro, para que no desfalleciera en su fe, pidamos al Padre que ore por nosotros para que nuestra fe no desfallezca y sea fuerte como una Roca.
El siervo fundador de la Comunidade Mirada Misericordiosa, el P. Alexandre Paciolli, iCM, nos recuerda la autoridad dada por Jesús a Pedro, que nunca debemos sentirnos solos, pues Dios nunca nos abandona, y siempre tendrá un motivo para confiar en nosotros, y así poder ser discípulos verdaderos, sin miedo y dispuestos a anunciar el Evangelio. De nosotros depende ese gran Si, de entregar nuestros temores y confiar, entregando nuestra vida a Dios, para que así, Él se encargue de fortalecernos espiritualmente, para continuar con la misión de ser apóstoles comprometidos con Dios.